La mayoría de las personas pasan sentadas ocho horas o más trabajando frente una pantalla de ordenador, si a esto se añade el tiempo en el ordenador de casa, la televisión, móvil… la mayoría de la población puede pasar más de la mitad del día de forma sedentaria. Recientes estudios han determinado que el 9% de todas las muertes anuales (5 millones de personas) pueden estar derivadas por la inactividad física. Este riesgo es similar al de fumar o al de padecer obesidad

Ante este problema suscitado a nivel mundial, un estudio analizó más de un millón de personas en el cual observaron que 60-75 minutos al día de actividad física a una intensidad moderada parece eliminar el riesgo de mortalidad asociada a altos niveles de inactividad física. Con lo visto en este estudio y con la tendencia que apuntan la gran parte de estudios se puede observar la importancia y el poder que tiene la actividad física y el ejercicio físico en la mejora de la salud, en la calidad de vida y en la disminución de riesgo de mortalidad.

Pequeños cambios en el estilo de vida pueden ayudar a alcanzar estos números de actividad física diaria. Destinar una hora al día en una actividad que no resulte atractiva o sea hecha por obligación supondrá un gran esfuerzo poco gratificante, y que a la larga será abandonada. Sin embargo, encontrar actividades que resulten motivantes harán que estas pasen a ser una actividad necesaria en el día a día.